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El 21 de octubre de 1520, el explorador portugués Fernando de Magallanes descubrió un estrecho que separa América del Sur continental al norte y Tierra del Fuego al sur. El estrecho, que lleva el nombre de Magallanes, es el paso natural más importante entre los océanos Atlántico y Pacífico.

Antecedentes 

Tras comprobar que las Américas eran otro continente y no parte de Asia, a España le resultaba urgente encontrar una nueva ruta comercial hacia ésta. Sin embargo, como el Tratado de Tordesillas (1494) reservaba a Portugal las rutas orientales que rodeaban África, España encargó expediciones para encontrar una hacia el oeste. 

Mientras tanto, el navegante portugués Fernando de Magallanes planeó una expedición a las Molucas, también conocidas como las Islas de las Especias, después de que su primo, que formó parte de la primera expedición a las islas, le hablara de su belleza y riqueza. Magallanes pidió varias veces al rey Manuel I de Portugal que financiara su expedición, pero fue rechazado. Unos años más tarde, Magallanes consiguió el permiso del Rey para servir a otro señor y decidió pedir financiación a Carlos I de Castilla y Aragón (futuro emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Carlos V). El Rey aceptó la propuesta, sabiendo que, si tenía éxito, España dispondría de una ruta de las especias sin perjudicar las relaciones con los portugueses. 

El descubrimiento del Estrecho 

El 10 de agosto de 1519, Magallanes y su tripulación partieron de Sevilla con cinco naves y bajaron a Sanlúcar de Barrameda. Tras permanecer allí cinco semanas, zarparon finalmente el 20 de septiembre de 1519. El 26 de septiembre, la flota hizo una parada en Tenerife, en las Islas Canarias, para recoger los últimos suministros. Allí, Magallanes recibió un mensaje de su suegro advirtiéndole de que algunos de sus capitanes castellanos estaban planeando un motín y que el rey de Portugal había enviado dos flotas de carabelas para detenerlo.

El 3 de octubre, partieron de las Islas Canarias navegando hacia el sur por la costa africana para eludir a las carabelas portuguesas. Poco después, los capitanes de Magallanes empezaron a desafiar su liderazgo, acusándole de poner en peligro los barcos del Rey al elegir otra ruta. Uno de los capitanes, el de Cartagena, afirmó que no aceptaba órdenes suyas, y Magallanes hizo que lo arrestaran y lo sustituyeran.

Poco más de un mes después de su partida, las naves alcanzaron la costa de Brasil y navegaron hacia el sur en busca de un paso que los llevara al Océano Pacífico a través de Sudamérica. En marzo de 1520, la tripulación se vio obligada a hacer una parada en Puerto San Julián, ya que las condiciones meteorológicas hacían peligrosa la navegación. Mientras tanto, Magallanes envió una de sus naves, la Santiago, a explorar la ruta por delante. El barco naufragó durante una tormenta, pero la mayoría de los miembros de la tripulación sobrevivieron y descubrieron el puerto de Santa Cruz. Después de que algunos de los supervivientes consiguieran llegar a San Julián y contaran su descubrimiento a Magallanes, éste decidió pasar allí el resto del invierno.  

La flota pasó seis semanas en el Puerto de Santa Cruz hasta que el tiempo mejoró y pudieron volver a navegar. El 21 de octubre, Magallanes encontró por fin el paso que buscaba. Al principio, lo denominó Estrecho de Todos Los Santos, porque la flota lo atravesó el 1 de noviembre. Una semana después de encontrar el estrecho, llegaron a una isla que se podía pasar en una de las dos direcciones, por lo que Magallanes decidió dividir su flota y reagruparse unos días después. Sin embargo, uno de estos barcos, el San Antonio, nunca se reuniría con ellos. Para el 28 de noviembre, la flota completó el viaje hacia el Océano Pacífico. 

La muerte y el legado de Magallanes 

Magallanes y su tripulación navegaron por el Océano Pacífico durante tres meses antes de llegar a la isla de Guam en marzo de 1521. A continuación, navegaron hasta las Filipinas y desembarcaron en la isla de Cebú. Allí, Magallanes se hizo amigo de los indígenas y trató de convertirlos al cristianismo. Por eso, cuando los cebúes le pidieron ayuda para luchar contra sus vecinos en la isla de Mactan, aceptó. El explorador murió durante la batalla contra los mactaneses el 27 de abril de 1521.  Aunque Magallanes nunca llegó a las Islas de las Especias, dos de sus barcos alcanzaron las Molucas el 5 de noviembre de 1521. Sólo una de ellas, la Victoria, completó la vuelta al mundo y llegó de vuelta a Sevilla en septiembre de 1522. 

Aunque la ruta por el Estrecho de Magallanes era impracticable por ser demasiado peligrosa y larga, la expedición de Magallanes contribuyó a la expansión del conocimiento geográfico europeo, ya que encontró un océano enorme y descubrió que la Tierra era mucho más grande de lo que se pensaba. Además, aunque ya no se creía que la Tierra era plana, su circunnavegación del globo desacreditó la teoría medieval de forma concluyente. Hoy en día, su expedición se considera el mayor viaje marítimo de la Era de los Descubrimientos y el paso que encontró recibe el nombre de Estrecho de Magallanes.

Autora: Beatriz Camino Rodríguez