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El Levantamiento de Noviembre (1830-1831), también conocido como la Guerra Polaco-Rusa, fue una rebelión armada contra el Imperio Ruso que tuvo lugar en Polonia. El levantamiento fue organizado por una sociedad secreta de infantería armada a la que se unieron grandes grupos de personas de Bielorrusia, Lituania y Ucrania. 

Antecedentes

En 1795 Polonia ya no era un estado independiente ya que estaba dividida por Austria, Alemania y Rusia. Además, las guerras napoleónicas condujeron a la creación del Ducado de Varsovia en 1807 al que, sin embargo, se puso fin unos años después con el Congreso de Viena. Como resultado, se consolidó la división de Polonia entre Rusia, Prusia y Austria: Austria se anexionó los territorios del sur, Prusia el Gran Ducado de Poznán en el oeste y Rusia la Polonia del Congreso (también llamada “Zarato de Polonia).

Aunque al principio la Polonia del Congreso gozaba de gran autonomía y de una constitución propia, estas libertades fueron desapareciendo poco a poco. En 1815, Alejandro I de Rusia nombró al Gran Duque Constantino Pávlovich como virrey de facto, ignorando la constitución. También introdujo la censura y abolió la masonería. Unos años más tarde, el 24 de mayo de 1829, el zar Nicolás I, sucesor de Alejandro I, se coronó como rey de Polonia. Mientras tanto, a pesar de las protestas de varios políticos polacos, el Gran Duque Constantino abolió las organizaciones sociales y patrióticas polacas y sustituyó a los polacos por rusos en los puestos administrativos importantes.

El levantamiento de noviembre 

Cuando en julio de 1830 Nicolás I anunció su intención de utilizar el ejército polaco para reprimir una revuelta en París, una sociedad secreta de cadetes de infantería comenzó a tramar un levantamiento en Varsovia. Unos meses más tarde, el 29 de noviembre, los conspiradores, dirigidos por el teniente Piotr Wysocki, atacaron el Palacio Belweder con la intención de asesinar al Gran Duque. Aunque el Duque escapó, los rebeldes capturaron Varsovia y obligaron a las tropas rusas a retirarse de la parte norte de la ciudad. 

A raíz de los acontecimientos del 29 de noviembre, conocidos como la Noche de Noviembre, el gobierno local polaco destituyó a los ministros impopulares y permitió al Gran Duque separarse de sus tropas para evitar una ruptura inmediata con Rusia. Mientras tanto, el intelectual radical Maurycy Mochnacki se propuso sustituir el ministerio recién constituido por el Club Patriótico, creado por él, con el apoyo del ejército polaco. 

Finalmente, los ministros restantes del gabinete prerrevolucionario dimitieron y sus puestos fueron ocupados por Mochnacki y sus asociados. Este nuevo organismo, conocido como Gobierno Provisional, nombró al general Józef Chłopicki como dictador del levantamiento. Aunque deseaba negociar con Rusia, los radicales de Varsovia presionaron para que se declarara la guerra y la liberación de Polonia. El 13 de diciembre el gobierno proclamó el Levantamiento Nacional contra Rusia. A pesar de los esfuerzos de Chłopicki por negociar la paz, el zar no hizo ninguna concesión y exigió la rendición de Polonia. En consecuencia, Chłopicki dimitió y el poder quedó en manos de los radicales. El 25 de enero el gobierno aprobó el Acta de destronamiento de Nicolás I, declarando así la guerra a Rusia.

A principios de febrero el ejército ruso cruzó las fronteras polacas. Aunque los polacos ganaron la primera batalla importante, la de Stoczek, no pudieron detener el avance ruso hacia Varsovia. El 25 de febrero 40.000 soldados polacos se enfrentaron a una fuerza rusa de 60.000 soldados al este de Varsovia en la batalla de Olszynka Grochowska. Sin embargo, tras dos días de lucha, ambos ejércitos se retiraron.

Mientras tanto, la simpatía por la causa polaca se extendió por toda Europa. Sólo Austria y Prusia adoptaron una posición de neutralidad frente a Rusia y cerraron sus fronteras para impedir el transporte de municiones y suministros. Como resultado, los polacos empezaron a perder la esperanza e intentaron desesperadamente despertar a la población de Bielorrusia, Ucrania y Lituania. A pesar de varias victorias contra los rusos, las sangrientas batallas acabaron por mermar considerablemente su ejército.

Finalmente, el ejército ruso se dirigió a tomar Varsovia. Después de que varios suburbios de la ciudad cayeran en manos de las fuerzas rusas, los polacos se dieron cuenta de que la guerra no podía prolongarse mucho más. El 5 de octubre de 1831 el ejército polaco cruzó la frontera prusiana y depuso las armas, poniendo así fin a la guerra.

Las consecuencias del levantamiento

Las consecuencias del levantamiento de noviembre fueron muy graves para el pueblo polaco. Los que participaron en él fueron ejecutados o enviados a campos de trabajo en Siberia. Además, el zar suprimió cualquier atisbo de autonomía e inició un proceso de rusificación. El ejército polaco fue incorporado al ruso y su administración y cargos superiores fueron ocupados por rusos. Además, se cerraron las universidades de Varsovia y de Vilna y se prohibió la lengua polaca en las escuelas. La opresión del pueblo polaco provocó el inicio de la Gran Emigración, que hizo que muchos artistas e intelectuales abandonaran el país. 

Autora: Beatriz Camino Rodríguez