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El Tratado de Gante fue el tratado de paz que puso fin a la guerra anglo-estadounidense de 1812 entre el Reino Unido y Estados Unidos. Sus términos establecieron que todos los territorios conquistados debían ser devueltos y que debían ser restauradas las fronteras anteriores a la guerra.

La Guerra de 1812 

Las tensiones entre Estados Unidos y Gran Bretaña se originaron debido a diferencias sobre la expansión territorial en Norteamérica y el apoyo de Gran Bretaña a las tribus nativas americanas que luchaban contra los asentamientos estadounidenses a lo largo de la frontera de los Grandes Lagos. Los hechos se recrudecieron cuando el Reino Unido empezó a imponer restricciones más estrictas al comercio estadounidense con Francia, su enemigo, y obligó a marineros estadounidenses neutrales a enrolarse contra su voluntad en la Royal Navy.

Mientras tanto, una facción del congreso estadounidense, conocida como los Halcones de la Guerra, abogaba por declarar la guerra al Reino Unido. Estos congresistas esperaban que la guerra contra el Reino Unido, que en aquel momento luchaba contra la Francia napoleónica, se tradujera en ganancias territoriales en Canadá y Florida. Unos años más tarde, en junio de 1812, Estados Unidos declaró finalmente la guerra a Gran Bretaña.

Poco después, Estados Unidos lanzó una campaña para invadir Canadá, que resultó infructuosa. Aun así, consiguió varias victorias en el mar sobre buques de guerra británicos. En 1814, tras la caída de Napoleón Bonaparte, los británicos pudieron por fin centrar sus esfuerzos en la guerra contra Estados Unidos. En agosto, Washington D.C. cayó en manos de los británicos y la Casa Blanca fue incendiada. Sin embargo, las tropas británicas se vieron obligadas a retirarse poco después. El punto de inflexión del conflicto fue la victoria de la fuerza naval estadounidense en la batalla de Plattsburgh, el 11 de septiembre de 1814, que obligó al ejército británico a retirarse a Canadá.

El Tratado de Gante 

En plena guerra, representantes estadounidenses y británicos se reunieron en Gante (Bélgica) para empezar a negociar los términos de un tratado de paz. Los británicos exigieron la creación de un estado barrera indio en el antiguo territorio del suroeste canadiense con el objetivo de bloquear la expansión estadounidense, pero los estadounidenses se negaron a incluir directamente a los nativos americanos en el tratado. Aun así, los británicos consideraban su exigencia esencial para la paz, y la negativa estadounidense estuvo a punto de hacer fracasar las negociaciones. Finalmente, dieron marcha atrás y las negociaciones continuaron. Los británicos exigieron a los estadounidenses que no mantuvieran ninguna fuerza naval en los Grandes Lagos y que se les concedieran derechos de tránsito por el río Misisipi. Sin embargo, esta petición fue rechazada una vez más. 

Tras meses de negociaciones, ambas partes se dieron cuenta de que ambos buscaban la paz y que no había razón para continuar la guerra. El conflicto había provocado la paralización de todo el comercio de exportación y, puesto que Francia ya no era enemiga de Gran Bretaña tras la caída de Napoleón, la Royal Navy no tenía necesidad de retener los envíos estadounidenses a Francia ni de alistar a más marineros.

El 24 de diciembre de 1814, los representantes estadounidenses y británicos firmaron el tratado de paz, que fue promulgado por el príncipe regente Jorge (futuro rey Jorge IV) el 30 de diciembre y por el presidente estadounidense James Madison en febrero de 1815. Según sus términos, todos los prisioneros debían ser liberados y las tierras y barcos capturados devueltos. Como resultado, Estados Unidos recuperó 40.500 kilómetros cuadrados de territorios cercanos a los lagos Superior, Michigan y Maine. Las zonas que invadieron en el Alto Canadá fueron devueltas a los británicos. Además, en lugar de devolver a la esclavitud a todos los esclavos que se habían liberado durante la guerra, los británicos pagaron al gobierno estadounidense 1.204.960 dólares para compensar a los esclavistas estadounidenses. Por último, ambas naciones se comprometieron a trabajar por la abolición de la trata de esclavos en el Atlántico.

Consecuencias

El Tratado de Gante puso fin a la guerra anglo-estadounidense y resolvió la cuestión territorial. Aun así, las noticias del tratado tardaron casi dos meses en llegar a Estados Unidos. Como consecuencia, las fuerzas británicas no fueron informadas del final del conflicto a tiempo para poner fin a su campaña militar en el río Misisipi. El 8 de enero de 1815 atacaron Nueva Orleans y fueron derrotadas por una fuerza estadounidense inferior, en lo que se considera la victoria estadounidense más espectacular de la guerra. Así, la opinión pública estadounidense oyó hablar de la victoria de Nueva Orleans y del Tratado de Gante casi al mismo tiempo, lo que provocó el surgimiento de un gran sentimiento de autoconfianza e identidad compartida en toda la nación. 

En los casi dos siglos de paz entre Estados Unidos y Gran Bretaña que siguieron al tratado, surgieron varias disputas territoriales y diplomáticas, como la Guerra de Aroostook (1838-39) y la Guerra del Cerdo (1859), pero todas se resolvieron pacíficamente.

Autora: Beatriz Camino Rodríguez