Seleccionar página

La guerra anglo-zulú, 11 de enero de 1879

La guerra anglo-zulú (11 de enero – 4 de julio de 1879) enfrentó a británicos y zulúes. El conflicto, desencadenado por diversos motivos, fue un hito del colonialismo en la región y acabó con la independencia de la nación zulú.

Antecedentes 

Durante la primera mitad del siglo XIX, los zulúes dominaron gran parte del sur de África. Pero se vieron amenazados por los británicos, quienes en 1843 habían sucedido a los bóers como gobernantes de Natal, su reino vecino. Los bóers, también conocidos como afrikáners, eran descendientes de los colonos holandeses que habían llegado a Sudáfrica en el siglo XVII. Cuando emigraron al norte para evitar los nuevos dominios británicos, entraron en conflicto armado con los zulúes y lograron derrocar a su líder, el rey Dingane, que fue sustituido por su hijo Mpande. En 1840, crearon la República de Natal y, tres años más tarde, los británicos tomaron el control de Natal y Zululandia. 

Tras la muerte del rey Mpande en 1872, le sucedió su hijo Cetshwayo, quien pretendía resistirse a la dominación europea. Esto amenazaba los planes del Imperio Británico, que, tras la aprobación de la Ley Británica de Norteamérica de 1867 que formó una federación en Canadá, pretendía lograr una confederación de estados con los reinos africanos. En 1877, los británicos negociaron con los bóers de Natal que disolvieran su ejército y renunciaran a la independencia para ser administrados por la corona británica. Sin embargo, Cetshwayo se negó a hacerlo y los británicos iniciaron una serie de acciones destinadas a avivar la tensión en la frontera. Tras enviar un ultimátum el 11 de diciembre de 1878, acabaron declarando la guerra a los zulúes el 11 de enero de 1879.

La guerra anglo-zulú

Poco después de la declaración de guerra, una fuerza dirigida por el teniente general Lord Chelmsford invadió Zululandia. La fuerza de invasión se dividió en tres columnas con el fin de rodear a los zulúes y obligarlos a entrar en combate antes de capturar Ulundi, la verdadera capital. Mientras tanto, el rey Cetshwayo preparó su ejército para enfrentarse a los británicos comprando armas. Pero los zulúes no estaban debidamente adiestrados en el uso de armas de fuego y muchos entraron en batalla armados sólo con escudos y lanzas. 

El 22 de enero de 1879, los zulúes lograron su mayor victoria de la guerra en la batalla de Isandlwana. En esta batalla, más de 20.000 zulúes lanzaron un ataque por sorpresa contra el campamento británico, dejando a Chelmsford sin más opción que la retirada. Tras esta derrota, se enviaron varios refuerzos a Sudáfrica desde Londres. El ejército británico se atrincheró en Eshowe, donde sufrió un largo asedio hasta que fue salvado por lord Chelmsford el 2 de abril en la batalla de Gingindlovu. A finales de mes la mayoría de los hombres de Chelmsford habían regresado a Natal y éste empezó a planear una segunda invasión de Zululandia.

Debido a la falta de progresos militares, el gobierno británico emitió órdenes para que lord Chelmsford fuera sustituido. Chelmsford lanzó otra invasión a finales de mayo de 1879 con la intención de redimirse, ignorando a los enviados que había enviado Cetshwayo para negociar la paz. El 4 de julio, una fuerza de 5.000 soldados británicos y 20.000 zulúes se enfrentaron en los alrededores de Ulundi. Sin embargo, los zulúes no tuvieron ninguna oportunidad contra los cañones y la artillería de los británicos y fueron rápidamente derrotados. Los británicos quedaron tan impresionados por su valor que decidieron construir un monumento a los zulúes en Ulundi.

Secuelas 

Tras la batalla de Ulundi, Zululandia se dividió en zonas autónomas y el rey Cetshwayo fue capturado y enviado al exilio en Ciudad del Cabo. Por el lado británico, Chelmsford recibió la Gran Cruz de Caballero de Bath, en gran parte gracias a Ulundi. Sin embargo, nunca volvería a servir en el campo de batalla.

Debido a la ausencia del rey, se desató una guerra civil en Zululandia. En 1883, los británicos intentaron resolver la situación restaurando a Cetshwayo en el trono, pero murió al año siguiente. En 1887, tras varias rebeliones zulúes, los británicos anexionaron oficialmente Zululandia, que pasó a formar parte de Natal en 1897. En 1910, Natal se unió a la Unión Sudafricana. En la actualidad, la zona que fue reino zulú forma parte de KwaZulu-Natal, una de las nueve provincias de Sudáfrica.

Autora: Beatriz Camino Rodríguez