REYES CATÓLICOS

Los llamados luego Reyes Católicos tienen como primera norma monetaria castellana la Carta de labrar moneda fechada en Córdoba el 23 de mayo de 1475. La unidad del sistema del oro es el llamado Excelente entero (un doble castellano) con le leyenda de anverso aprobada en la Concordia de Segovia de 15 de enero de 1475, donde el nombre del rey irá delante del de la reina, pero los títulos de dominio castellanos irán delante de los aragoneses, siendo sus tipos muy especiales con ambos monarcas en el trono y sus escudos de armas en reverso cobijados bajo el águila de San Juan. Esta pieza era excepcional y las que circulaban de verdad eran el castellano (medio excelente) y el medio castellano (cuarto de excelente), cuya tipología es más simple. El anverso muestra sólo los bustos coronados y afrontados de los reyes, una referencia a su deseo de reforzar la idea del gobierno conjunto de ambos, pero en el reverso sólo aparecen las armas de Castilla-León, mostrando claramente que es una moneda únicamente castellana y de circulación sólo en esta Corona, por lo cual si hay que suprimir algún símbolo tienen que ser los del rey Fernando. En cuanto a la leyenda de reverso de estas dos piezas menores es esta vez una frase evangélica: "QUOS DEUS CONIUNXIT HOMO NON SEPARET" (San Mateo, 19,6), con una doble significación. Por una parte personal, ya que los reyes se habían casado en octubre de 1469 con una bula falsificada y por tanto su matrimonio podía declararse nulo y disolverse, sólo a finales de 1471 el papa Sixto IV les concedió una bula que subsanaba cualquier defecto del matrimonio, y por otra política, ya que ellos siempre estuvieron convencidos de contar con la protección divina, y muchos de sus éxitos y decisiones los achacaron a la Divina Providencia, entre ellos la unión personal de sus Coronas, como primer paso para conseguir la unidad de España alrededor de sus descendientes, por ello querían reflejar la idea de que su unión personal y la de las Coronas era un designio divino que debía aceptarse y apoyarse sin oposición siendo éste el motivo del uso de esta frase en las monedas. Las acuñaciones de oro anteriores a la Pragmática de 1497 son en Coruña extraordinariamente raras, de hecho, esta pieza se considera como única.