FERNANDO VI

La Casa de la Moneda de México emitió al inicio del año 1747 onzas a nombre y con el busto de Felipe V, iguales a las de los años anteriores. Tras recibir noticias de la subida al trono de Fernando VI (julio de 1746) pasó a emitir onzas a nombre del nuevo monarca con un busto inventado, llamado popularmente Cara Perro, manteniendo la frase religiosa propia del anterior monarca. Por último, y ya en 1748, acuñó onzas con el nuevo busto oficial del rey y la nueva frase religiosa que aparece en el reverso. Esta rara emisión de 1747 parece que se debe a una iniciativa personal del Virrey, Juan Francisco de Güemes y Horcasitas (luego conde de Revillagigedo en 1749), que quiso hacer una emisión especial de proclamación del nuevo soberano y dado que no se tenían los cuños oficiales ordenó hacer unos inspirados en los que aparecían en unas medallas de proclamación españolas que ya habían llegado a México, tales como las de Sevilla (cuyo grabado se debe a Francisco Hernández Escudero, que también hizo la de Madrid con gran peluca), Cádiz, Granada o Puerto de Santa María, todas ellas con un busto muy similar, lo que la convierte en una moneda muy escasa y con una historia única.