Nuestra próxima subasta online 10 saca a la puja varias silicuas procedentes de este hallazgo, desenterrado cerca de la ciudad de Bath (Inglaterra) en otoño de 1887 y compuesto por alrededor de 1500 monedas fechadas entre los reinados de Constantino y Graciano.

La ciudad de Bath tiene fama de ser una de las más bonitas de Inglaterra, gracias en buena parte a sus espectaculares baños romanos. Ligado a estas termas se situaba un importante santuario cuyos orígenes se remontan a la época celta, de modo que este enclave fue durante la época romana un destacado lugar de peregrinación. Si a esto le unimos que en la región se realizaba una fructífera explotación minera, ya tenemos dos de los factores que explican los abundantes hallazgos monetarios de época romana que se han producido en esa zona a lo largo de los siglos.

Uno de estos tesoros es el conocido como de East Harptree, descubierto casualmente durante unas labores agrícolas en una finca en el otoño de 1887. El interior de una jarra de metal blanco, que apareció fragmentada, conservaba alrededor de 1500 monedas de plata, cinco lingotes y un anillo con un entalle. Poco después de su descubrimiento se dio noticia detallada del tesoro en la revista Numismatic Chronicle de 1888, en un artículo firmado por John Evans, que se puede consultar en el siguiente enlace https://archive.org/stream/thirdnumismatic08royauoft/thirdnumismatic08royauoft_djvu.txt .

Tras su estudio, el Museo Británico seleccionó 25 de las monedas que consideró más interesantes para sus fondos (pinche en este enlace para verlas https://www.britishmuseum.org/collection/search?keyword=harptree ), mientras que el resto del tesoro fue devuelto a sus dueños, y, más de un siglo después, en el año 2016, el grueso del hallazgo fue sacado a subasta por la firma británica Spink & Sons.

La moneda más antigua de este tesoro corresponde al reinado de Constantino el Grande, y las más modernas se fechan ya con Graciano (375-383) aunque el grueso del depósito se concentra en las épocas de Constancio II (340 piezas), Juliano (718 monedas), Valentiniano I (165) y Valente (199). Las piezas que sacamos ahora a la puja (lotes 216, 217, 219-232) pertenecen precisamente a estos cuatro reinados. En cuanto a las cecas representadas en el hallazgo, como era de esperar, predominan las occidentales: Arelate (la actual Arlés, 553 monedas), Lugdunum (Lyon, 574), Treveris (Tréveris) y, en menor medida Roma (99), aunque también se recuperaron monedas acuñadas en talleres orientales como Antiochia, Sirmium, Constantinopolis o Thesalonica.

En los temas representados en las monedas no existe mucha variedad, ya que las acuñaciones de este periodo tienen un repertorio de temas muy limitado, en el que predominan el emperador (por supuesto en los anversos, pero también en muchos reversos), Victoria, Roma o Constantinopolis. La figura de Roma, sentada y efigiada como una Minerva (como la que vemos en el reverso del lote nº 231, en el encabezamiento de esta entrada), es el tipo más abundante en las silicuas acuñadas en la parte occidental del Imperio durante este siglo V.

También abundaban los reversos dedicados a los Vota, uno de los tipos más frecuentes en la plata acuñada a mediados del siglo V (en la imagen el lote nº 223, acuñado a nombre de Juliano cuando éste era aún césar).

La importancia de este tesoro reside no tanto en la cantidad de piezas recuperadas que, -a pesar de ser notable, se queda muy por debajo de la de otros tesoros descubiertos en Inglaterra, como puede ser el de Frome, con más de 15.500 piezas-, sino en el buen estado de conservación de las piezas y en el privilegio de que pudo ser estudiado en su totalidad y muy poco tiempo después de su descubrimiento.

Los coleccionistas españoles tienen ahora la oportunidad de adquirir unas monedas bajo-imperiales de gran calidad, en estupendos estados de conservación y con un pedigrí difícilmente superable.